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miércoles, 4 de mayo de 2011

Práctica 3

REFLEXIÓN- INGENIEROS HIBRIDOS
INTRODUCCIÓN
Bueno, nos encontramos ante un nuevo reto que nos plantea el profesor Xavier Resa. Tenemos que hablar y reflexionar acerca del concepto “Ingenieros híbridos”. Sintetizaremos conceptos e ideas procedentes de los doctores Saez de Vacas, Arboníes, Peter Senge …; tomando como base y punto de partida el seminario recibido por el Dr. Monagas y finalmente, lo relacionaremos con el concepto innovación, gestión del conocimiento, realidad actual en nuestras empresas, ingeniería, tecnología, trabajo en equipo…Por tanto, comenzamos ya.
En primer lugar, después de documentarnos y comprender lo que significa el concepto “ingenieros híbridos”, la primera idea que nos viene a la cabeza es la Grecia antigua, la cuna del conocimiento.
Quién no ha oído hablar alguna vez o conoce a los filósofos Sócrates, Platón, Aristóteles, Arquímedes, Pitágoras, Heráclito, Parménides, Demócrito… Si nos paramos a pensar, ellos realmente fueron los primeros ingenieros híbridos. Basaban su capacidad analítica en la filosofía, la sociología pero también en las matemáticas, el arte, la literatura,…fueron innovadores en su época, sin duda. Capaces de agrupar y aglutinar todas las artes posibles que tenían a su alcance sin establecer límites en su pensamiento. Realmente buscaban sinergias entre todas las materias. Desarrollaron teorías, conceptos y crearon la base de la evolución y cultura actuales porque no nos engañemos, gracias a ellos hoy en día podemos disfrutar del teatro, la filosofía, la matemática, la escultura, la física, la ética, la política, la antropología, las leyes,…, fueron los INNOVADORES con mayúsculas, fundadores y creadores de su futuro, nuestro presente. Llenaron de virtudes su concepto de vida y establecieron las bases y el punto de partida hacia el mundo actual. Estas figuras (los grandes filósofos griegos) fueron los grandes pensadores y hoy pueden quedar reflejados en los científicos, filósofos, sociólogos e ingenieros actuales, pero con una gran diferencia, y es que ellos aglutinaban en una misma persona todas estas personas posibles. Todos los perfiles posibles.
DESARROLLO
Centrando el tema en nuestra reflexión, la figura del ingeniero (híbrido) debe ser el encargado de reencarnarse en todos “estos filósofos”. Como entes capaces de poner en duda el por qué de las cosas, poniendo su conocimiento técnico, tecnológico, al servicio de la sociedad con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas. Pero para que se produzca este cambio de concepto, el ingeniero clásico debe incorporar el factor humano y social a su cartera de virtudes. Debe desarrollar la faceta emocional e incorporarla a su faceta integradora. ¿Por qué para qué sirve pensar, crear, analizar si no se siente, si no se reflexiona, en definitiva se humaniza aquello que se desea crear?. Esta puede ser la parte social, la parte más empática del conocimiento, la Sabiduría (en mayúsculas). No es más Sabio el que más formado o datos posee si no el que mejor da uso a la información y es capaz de ponerla al servicio de los demás. La figura de los líderes del futuro no estará basada en la imposición y el mando si no en la capacidad de comunicar, explicar, recibir, regalar y distribuir el conocimiento, su conocimiento. El nuevo líder difunde conocimiento. No son amos, no son comandantes sí son y serán formadores (y para ello será necesario estudiar a lo largo de toda su vida). Y es aquí donde podemos incorporar los conceptos Universidad y Empresa. Éstas deben ser junto con las Universidades los centros de reflexión, desarrollo y aplicación después. Los generadores de los retos necesarios para crecer. Las universidades deben dar la formación, la capacitación formal para una determinada actividad y no confundirla con el conocimiento. Eso todavía no es conocimiento. Crear personas con una perspectiva diferente a cuando entraron a formar parte de ella. Ser generadores de una metamorfosis de cambio. Preparar a las personas en las múltiples facetas posibles y no sólo técnicas generando interconexión entre ellas, provocando un estímulo por el conocimiento, inculcando la inquietud por la mejora, la innovación, la superación continua, provocando la necesidad de conocer más y más. En definitiva MOTIVAR para generar un incremento en el desarrollo personal y colectivo, o lo que es lo mismo crear Líderes, personas con iniciativa, con autonomía, capaces de solucionar problemas. Personas que no tengan temor a las responsabilidades que sepan buscar y generar conocimiento para ellas y su entorno, que derrochen apoyo, ayuda, comprensión, iniciativa, empatía, en definitiva generadores de los tres tipos de conocimiento existentes: el saber, el saber estar y el saber hacer.
La capacitación es condición necesaria, pero no suficiente, es sólo energía potencial, mientras que el conocimiento es energía desplegada. A partir de este punto se hace necesaria la presencia de las Empresas, como motores de creación del CONTEXTO que genere el conocimiento y la Innovación. La forma en la que se compartirá el conocimiento y la capacidad de actuar, que en ocasiones las organizaciones tanto reprimen. Se trata no sólo de formación o de competencia para trabajar, sino también de crear un CONTEXTO que cree conocimiento y que genere innovaciones. Las Empresas tienen que asumir el reto de reconocer a estas personas, acogerlas, cuidarlas, mimarlas, ayudarles para su propio beneficio y supervivencia. Hasta la fecha, esta ha sido la característica fundamental de las empresas actuales, la supervivencia. Ir haciendo sin perspectiva de mejora (quizá sí de palabra pero no de hechos). Queda bonito decir, “quiero mejorar” pero luego no estar dispuesto a arriesgar nada; porque el riesgo es superación pero también implica miedo, es temor y debemos aprender a canalizarlo, a canalizar el miedo (a aliarse con él) y la posible derrota por supuesto (pero este comentario da pie a otro tema que no es objeto de reflexión en este momento…) Dicho de otra manera, “vamos a mejorar” (pero que lo haga el vecino, que piense él que eso cuesta y yo ya me aprovecharé de él, y si sale mal le echaré las culpas de los posibles errores porque como es él el que lo intenta pues él se equivoca y si lo hace bien, siempre podré  decir que colaboré y formamos “un equipo”)… Las empresas que buscan estabilidad caen porque no se plantean retos y otros lo hacen por ellas. Buscar desesperadamente la estabilidad y el orden, ha creado una situación donde lo importante es el procedimiento por encima del conocimiento. Grave error ya que es un concepto incompleto.
Las empresas deben generar el caldo de cultivo y el Contexto necesario para la innovación, el desarrollo y la gestión del conocimiento. Del conocimiento aplicado, existente en un procedimiento, en una máquina, debemos pasar a necesitar todo el conocimiento, explícito (aprendido y transmitido) y tácito (innato en las personas que no se puede transmitir), que está en las personas. En condiciones de mercados estables, las organizaciones han tenido suficiente con la aplicación de la tecnología, del trabajo no cualificado y capital para competir, pero para ser innovadores –es decir sobrevivir + crecer, diferenciarse en definitiva- necesitamos articular dentro de la empresa un nuevo recurso: el conocimiento; y una figura: el ingeniero híbrido. Sin embargo, no se trata de lo que conocemos sino de lo que vamos conociendo. El conocimiento no es un objeto, no es un stock, no es algo que se puede almacenar o reutilizar, lo que se almacena y utiliza es la información pero no el conocimiento. Esto es algo fundamental a tener en cuenta y no confundir los dos conceptos. El conocimiento implica información, la información no tiene porque implicar conocimiento. Me explico. La información son datos, textos…, en ocasiones demasiados e incluso puede interpretarse como “poder” (casi siempre erróneamente) pero el conocimiento es más que información, es el valor añadido a esos datos, es utilización inteligente de esa información, es conexión, es sinergia, es el uso correcto, es ponerla al servicio de los demás para el bien individual, común y de la organización. Es diferenciación, es exclusividad, es Marca, es competitividad, es INNOVAR, implica generar organizaciones Inteligentes (con competencias nucleares no sólo umbrales), es sobrevivir y crecer dentro de UN MUNDO cada vez más GLOBAL.
Se trata no sólo de formación o de competencia para trabajar, sino también de crear un contexto que cree conocimiento y que genere innovaciones. La empresa del conocimiento es una empresa de cualquier sector, que desea crear nuevo conocimiento para ser innovadora (innovar constantemente) y mantenerse integrada a su entorno. Para ello debe entender que debe decidirse a desplegar el recurso más importante, que es el conocimiento de todos sus empleados, los números uno y también los número dos y tres…, porque todos son necesarios. Entender que las personas no son un recurso, sino una parte integral de su proyecto, y que para ser empresa del conocimiento, debe tratar a los empleados como trabajadores del conocimiento. A éstos los debe formar para que su capacidad de conocer crezca, pero también los debe tratar como personas y darles poder para actuar, porque ha descubierto que la capacidad de las personas es ilimitada. Esto provoca que las personas que llevan en su interior la necesidad de trascender, se apliquen y contribuyan a generar valor para la empresa y la sociedad.
La productividad empresarial se combina con un importante sentido de desarrollo personal que retiene a las personas en el proyecto empresarial porque lo que hacen, es suyo. La empresa tampoco se desprende de sus personas porque ellas son la empresa. La gestión de la empresa ha mantenido siempre una dialéctica entre la eficacia y la eficiencia y, de hecho, es esa falta de equilibrio lo que hace a la empresa viva e innovadora.
La producción eficiente es un mínimo indispensable, pero ya resulta insuficiente. Si antes los grandes se comían a los pequeños, ahora son los hábiles, rápidos, los dispuestos a esforzarse, a arriesgar, los que se comen a los lentos, los ligeros vencen a los pesados. En la empresa, la capacidad de adaptarse y ser flexible es más importante que la toma de posición y su fortaleza, simplemente porque los mercados son móviles.
Como indica el Dr. Arboníes el conocimiento es un acto humano que se basa en la interpretación de datos para actuar, no está asociado a un título académico o competencia, se produce en un contexto o cultura e incluye también las habilidades y actitudes necesarias para actuar. Reside fundamentalmente en las personas y son éstas las que deciden si desean tratar de darlo a la organización para la que trabajan, lo que convierte a los trabajadores del conocimiento en voluntarios. A pesar de todo, requiere una predisposición específica personal y organizacional para trabajar en ambigüedad, tolerar la redundancia, la falta de criterio, la incomprensión y utilizar el riesgo y la experimentación.
El ingeniero híbrido debe ser un ente capaz de crecer continuamente, no tener rendimientos decrecientes, sino que, por el contrario, crecer con el uso del conocimiento. Porque no lo olvidemos, el conocimiento implica más conocimiento. El saber motiva a saber más porque a diferencia de los bienes físicos, cuando lo das, no lo pierdes, sino que todavía lo posees y lo incrementas (sinergias). También implica ignorancia porque cuánto más aprendes, más consciente eres de que no sabes suficiente (es por tanto un arma de doble filo) “sólo sé que no sé nada…” (Sócrates) ¿quién no conoce esta afirmación filosófica? Si tenemos en cuenta estas últimas consideraciones, vemos que la forma de explotar el conocimiento es COMPARTIRLO, no hay otra salida.   

CONCLUSION
Siempre desde la perspectiva de la gestión del conocimiento en las empresas, éstas deben poner el acento, además de en la tecnología, en las personas y tratar de hacer circular la información, procurando el intercambio de puntos de vista, de perspectivas, en definitiva, el intercambio de conocimiento y seguramente arbitrando programas y proyectos que faciliten la comunicación y dicho intercambio mediante la medición de capital intelectual, gestión por competencias, habilidades y capacidades. Un ejemplo, sería un técnico de producción debe tener una perspectiva diferente a un ingeniero y a un técnico de calidad o logístico y lógicamente todos entre sí. Precisamente en esta diferencia de visión es donde se halla el conocimiento. Si todos pensáramos igual no mejoraríamos, no evolucionaríamos, además de no ser necesarios. No obstante, una diferencia en cuanto al punto de vista no debe significar la creación de barreras insalvables y “reinos de taifas”. No hay que confundirse, debe tenerse clara esta perspectiva.
Las “empresas del conocimiento” son las que toman conciencia de la magnitud del cambio y se disponen a introducir y dar valor a la figura del conocedor (concepto de Saez de Vacas). Conocedor que equivale a la figura del Ingeniero híbrido. Ingeniero que debe formarse en las universidades actuales (incorporando no sólo conocimiento técnico, tecnológicos científicos sino también con un marcado sentido humano y social) y desarrollarse en las empresas del conocimiento.
Dichas empresas deben admitir la ignorancia actual en cuanto a la utilización del conocimiento en las organizaciones y huir de cerrar esta cuestión con un procedimiento, con el control, con el método y aceptar el triple mensaje:
-        evitar la actual miopía galopante visualizando la amplitud y perspectiva de lo que implica el Conocimiento (en mayúsculas). Aceptar el mensaje de cambio (radical) poniendo en duda lo preestablecido o el “lo hemos hecho siempre así”. Luego, “si siempre lo hemos hecho así” seguro que habrá que cambiarlo, ya toca.
-         iniciar el viaje con distintos proyectos de cambio teniendo siempre presentes la empresa del conocimiento con las personas como base y
-        finalmente, que la empresa como organismo vivo, cree su propia dinámica.
Para todo esto, hay que ser muy valiente como directivo, porque para entrar en la gestión del conocimiento, y en valorar a los empleados que realmente aportan valor (y no a los de siempre por muchos amigos que tenga) hay que ver la empresa como un ente continuo de experimentación capaz de asumir el reto de su complejidad. Desarrollar un punto de análisis y crítica superior al que te ofrece un procedimiento o el orden establecido por un simple organigrama. Este “orden” no perceptible para muchos ojos externos debe ser la verdadera ventaja competitiva de las organizaciones innovadoras. Se trata de ver a la empresa como un organismo vivo, cambiante. Ser un todo, donde cada persona es importante, no para la empresa, sino porque es la empresa.
Romper con el tradicionalismo, paternalismo, proteccionismo de la era industrial. Los empleados exigen desarrollo personal y organizaciones creativas para desarrollarse y si esto se consigue es la mejor manera de retenerlos.
Finalmente añadir que el trabajo en equipo es la materia prima de la que estará hecha la empresa del conocimiento, que buscará personas con iniciativa, con autonomía para responder a los problemas, oportunidades y amenazas que puedan llegar. Personas con una visión espacial, con una perspectiva amplia que trascienda los límites de la empresa para participar en redes con otras personas, a las que alimentará y de las que se alimentará intelectual y personalmente, intercambiando conocimiento. Establecer una retroalimentación que provoque LA innovación continua, LA superación, en definitiva, El Crecimiento en un mundo cada vez más global en donde la figura del Ingeniero Híbrido se hace imprescindible. Capacidad para resolver problemas socio-técnicas en las que a las dimensiones técnicas se unen las múltiples y más complejas de factores humanos y sociales.
Entonces como nos indicó el Dr. Monagas, qué grande es atreverse, qué bueno es superarse y romper con lo preestablecido. Tener el deseo de crear algo nuevo, de crecer. Si se tiene una idea hay que intentarlo, sin duda. Eso como mínimo. Lo difícil después es tener los recursos, las capacidades, competencias y habilidades necesarias para desarrollar el proyecto. No obstante lo importante es Innovar, tener la iniciativa y autonomía para creer en ello.
Y para acabar no olvidemos, qué es la ingeniería, qué significa ser ingeniero, la responsabilidad que tenemos con respecto a la sociedad y qué implica el término Innovar.
La ingeniería es el arte de aplicar los conocimientos científicos a la invención, perfeccionamiento o utilización de la técnica industrial. Ingeniero es el que discurre con Ingenio la manera de conseguir o ejecutar una cosa. El Ingenio propiamente dicho es la Facultad en el ser humano para inventar con facilidad y finalmente, la Innovación es Mudar o alterar las cosas introduciendo novedades, o bien Llevar a la práctica una Idea, o bien, Conocimientos o Ideas que permiten hacer nuevos productos o mejoras en los existentes.
Bueno aquí damos por finalizada la reflexión acerca los Ingenieros Híbridos en relación a la creación y gestión del conocimiento esperamos que os haya gustado.
BIBLIOGRAFIA
Documento seminario Dr. Monagas
Apuntes asignatura “Creación y Gestión del conocimiento” (Profesor Xavier Resa)
Documento “Futuros ingenieros híbridos” (Profesor Fernando Sáez Vacas)
Documento “Las dificultades para construir la empresa del conocimiento” (Dir. General del Clauster del conocimiento Angel L. Arboníes)


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